sábado, 16 de marzo de 2019

A Gabriel (EPITAFIO)


Un paseo por la vida,
un paseo con la muerte,
éxitos, gloria
decepción, fracasos
resumidos en una urna.
Guerrero tímido,
parco en palabras,
generoso en hechos.
Mirando tus cenizas
asumo lo poco
que pesa una vida
una vez que emigras
hacia otros lares.
Solo espero
que tu levedad
repose en el fondo
de esa bahía,
que embelleció nuestra vida
y que conocías tan bien,
tiñendo el azul
de nuestro mediterráneo.
Descansa en paz

A mi pesar


Me dijiste no te amé
pero te sigo amando
Te quiero a pesar
de tus muros de silencio.
Me duelen tus ausencias
pero te sigo amando.
Ya se que tus miedos
fueron nuestro peor enemigo.
Pensé que lo superaría,
he intentado muchas veces
quitar las fotografías
pero cometo el error
de mirarlas otra vez
y me doy cuenta
de que te sigo amando
y que es inútil quitarlas,
te llevo en mi corazón.
Se que, probablemente,
no te veré más;
intentas evitarme
y ya no tienes tiempo
para vernos y abrazarnos.
Se que es tu cordón sanitario
para preservar tu corazón.
Es duro renunciar
a nuestra pasión.
En mi fuero interno
siempre lo supe,
no estaba hecho para ti,
pero te entregué mi amor
y tu me diste el tuyo
y se ha quedado conmigo
para siempre.
Ya se que tu piel
no volverá a ser mi piel
pero aún siento tus labios
cada día en los míos
y te siento a mi lado
cada una de mis noches
y te lloro cada uno de mis días,
pero la vida sigue
entre lágrima y lágrima
a mi pesar...