Tus manos

Me gustan tus manos,

dedos largos y delgados,

decididos y ágiles,

manos de pianista, 

que mi madre,

que lo era, 

negaba su existencia,

de manicura pulcra

sin pintura en las uñas,

recortadas al ras,

pájaros que aletean

al reafirmar

la oratoria formal,

palma tersa

cruzada por las líneas

de la vida,

ríos que surcan

las lomas que la conforman.

Pulgar que indica

la tenacidad del carácter,

dedos firmes y delicados

al mismo tiempo,

dulces mariposas

que aletean en la caricia.

Sabias manos

que te recorren

y te dejan sin aliento,

decididas en la búsqueda.

Tacto tierno y suave,

juguetones los dedos

que gustan de besos

que suelo dar,

uno por uno,

desde el meñique

al largo pulgar,

y que hablan por si mismas

con elocuencia,

repartiendo dádivas

de buen amor.

Son también posesivas

y colaboran en el abrazo

con firmeza

para llevarte directamente

al noveno círculo

del paraíso de Dante.

Amo tus manos

que me regalan amor

cuando caminamos

de la mano por la vida

felices, con la esperanza

que ellas trasmiten.

Getafe, 20 de septiembre de 2018